miércoles, 21 de marzo de 2012

Somos responsables de nuestro destino

Cuento de Jorge Bucay, para leer y reflexionar: "Es mi responsabilidad..."
"Me acuerdo siempre de esta escena: Mi primo, mucho más pequeño que yo, tenía tres años, yo tenía unos doce. Estábamos en el comedor de la casa de mi abuela. Mi primito vino corriendo y se llevó la mesa pequeña por delante. Cayó sentado de culo en el suelo, llorando. Se había dado un golpe fuerte y poco después un bultito del tamaño de una canica, le apareció en la frente.   
Mi tía que estaba en la habitación corrió a abrazarlo y mientras me pedía que trajera hielo, le decía a mi primo: -"Pobrecito, mala la mesa que te pegó, pam pam a la mesa..."- mientras le daba palmadas al mueble invitando a mi pobre primo a que la imitara. Y yo pensaba: ¿Cuál es la enseñanza? ¿La responsabilidad no es tuya que eres un torpe, que tienes tres años y no miras por dónde caminas? ¿La culpa es de la mesa? ¿La mesa es mala?.


Yo intententaba entender más o menos sorprendido el mensaje oculto de las malas intenciones de los objetos. Y mi tía insistía para que mi primo pegara a la mesa... 
Me parece gracioso como símbolo, pero como aprendizaje me parece siniestro: Tú, nunca eres responsable de lo que haces o no haces, la culpa siempre la tiene el otro, la culpa es del de fuera, tú no, es el otro el que tiene que dejar de estar en tu camino para que tu no te golpees....
Tuve que recorrer un largo trecho para apartarme de los mensajes de las tías del mundo. Es mi responsabilidad apartarme de lo que me daña. Es mi responsabilidad defenderme de los que me hacen daño. Es mi responsabilidad hacerme cargo de lo que me pasa y saber mi cuota de participación en los hechos.
Tengo que darme cuenta de la influencia que tiene cada cosa que hago. Para que las cosas que me pasan, me pasen, yo tengo que hacer lo que hago. Y no digo que puedo manejar todo lo que me pasa, sino, que soy responsable de lo que me pasa, porque en algo, aunque sea pequeño, he colaborado para que suceda.
Yo no puedo controlar la actitud de todos a mi alrededor pero puedo controlar la mía. Puedo actuar libremente con lo que hago. Tendré que decidir qué hago con mis limitaciones, con mis miserias, con mis ignorancias, con todo lo que sé  y aprendí, con todo eso, tendré que decidir cuál es la mejor manera de actuar. Y tendré que actuar de esa mejor manera. Tendré que conocerme más para saber cuáles son mis recursos. Tendré que quererme tanto como para privilegiarme y saber que lo que yo escoja es mi decisión. Y tendré, entonces, algo que viene con la autonomía y que es la otra cara de la libertad: EL CORAJE.
Tendré el coraje de actuar como mi conciencia me dicta y de pagar el precio. Tendré que ser libre aunque a otros no les guste. ¿Y si no vas a quererme así como soy? ¿Y si te vas a ir de mi lado, así como soy?, Y si en la noche más larga y más fría del invierno me vas a dejar solo/a y te vas a ir, ¡Cierra la puerta!, ¿Sabes?, porque entra viento. ¡Cierra la puerta!, si esa es tu decisión, vete, pero ¡Cierra la puerta!; no voy a pedirte que te quedes ni un minuto más de lo que tú no quieras. Te digo: ¡Cierra la puerta! porque yo me quedo y hace frío. Y esta va a ser mi decisión. Esto me convierte en un ser inmanejable. Porque a los no dependientes, sólo se les maneja, si ellos quieren.
Si tú eres no dependiente, es probable que algunas personas de las que están a tu lado se vayan... Quizás algunos/as no quieran quedarse. Bueno, habrá que pagar ese precio también. Habrá que pagar el precio de soportar las partidas de algunos/as a nuestro alrededor y prepararse para la llegada de otros (Quizás...)"
REFLEXIÓN: 
  • ¿Somos responsables de nuestra vida, actos que hemos realizado, nuestra situación personal, etc. o todo lo que somos, es por culpa de los otros? 
  • Es bueno ser dependiente y tener seguridad o por el contrario es mejor ser no dependiente a todo precio? ¿Por qué?
  • ¿Le damos otro final al cuento?















3 comentarios:

  1. Cuándo nacemos todos sómos iguales, depende de muchos factores nuestro destino será diferente, sobre todo del entorno que nos rodea en los primeros años de vida.
    Pero con la fuerza de voluntad que tengamos podemos labrarnos nuestro destino, marcándonos metas posibles y a corto plazo creo que es la clave.
    Hay otro destino que no podemos cambiar, por ejemplo: cruzo por un semáforo en verde y me atropella un coche, es un trágico destino que no depende de mis actitudes.
    Tienes un blog muy completo e interesante. Te quiero, eres una gran madre y mujer.

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    1. Necesito vuestros comentarios, puesto que este blog es una fuente de aprendizaje, para todos. Gracias. Yo también te quiero.

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  2. Es verdad lo que la entrada dice. Pura verdad. Siempre cuando pasa "algo", sea lo que sea, siempre culpamos al otro si ese "algo" es malo. En cambio, si es bueno, el ser humano no está dotado y/o no tiene la suficiente capacidad de compartir el mérito. Por lo tanto, si es bueno, el mérito siempre nos lo llevamos nosotros. Si nos enseñan desde pequeños que cuando ocurren cosas malas SIEMPRE se ha de culpar al otro, nos volveremos egoístas.¡No dejemos que nuestra GENERACIÓN se vuelva así!

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