martes, 10 de abril de 2012

La inteligencia emocional.

La inteligencia emocional, es la capacidad que tenemos para reconocer qué sentimientos y emociones siento, entenderlas, ponerles un nombre y expresarlas de forma que no nos produzca daño a nosotros ni a nuestro entorno directo.

La inteligencia emocional es motivarnos en nuestro día a día, es ser responsable de nuestra vida, de nuestros actos, de nuestras decisiones, es la capacidad de modificar en nosotros mismos y en nuestras relaciones diarias, las emociones negativas, para poder orientar nuestra vida de una manera satisfactoria, para poder adaptarnos e interactuar con otras personas de una manera positiva.
 

No se trata de sentir una emoción y esconderla o reprimirla, no, se trata de reconcer qué me está pasando, para ponerle un nombre, aceptarlo, reconducirlo y equilibrarlo.

 


¿Se puede medir la inteligencia emocional? ¿Se puede educar?

La inteligencia emocional, no lleva carga genética, por lo que sí puede ser educada. Se puede percibir a través de cómo nos relacionamos con los demás y con nosotros mismos.

Los adultos, podemos educar nuestras emociones, siendo conscientes de ellas, trabajando nuestras habilidades sociales y personales, de las cuales hablaremos en próximos posts.

 Estilos de educación por parte de los padres hacia los niños

Estilo Autoritario:

Hay normas estrictas a obedecer. Son padres que no dejan expresar las opiniones a sus hijos. Dirigen la familia desde la tradición, ponen énfasis en el control y el orden familiar. Todo ello,  es una gran carga emocional para los niños.

Estilo Permisivo:

Son padres que buscan que sus hijos les acepten, transmiten el mayor aliento posible, pero no fijan límites; no son exigentes pero no marcan objetivos claros al niño, le traspasan la responsabilidad de la educación a los propios hijos, con lo que ellos se sienten desorientados e inseguros.

Estilo Autorizado:

Es el tipo de educación ideal y el que más cuesta de mantener, el más difícil. Son padres que equilibran los límites que deben cumplir sus hijos según el ambiente. Orientan sin controlar a sus hijos, dan explicaciones a sus decisiones y límites e intentan que los hijos se impliquen en las decisiones que ellos mismos toman.
En todo momento se deja claro cuál es el lugar que ocupan los padres y cuál es el que ocupan los hijos, se escuchan las opiniones de los hijos pero no se les deja decidir por los padres.

Es una educación en la que se valora mucho la independencia y los hijos crecen con confianza en ellos mismos, independientes, sociales y de alta inteligencia emocional.


1 comentario:

  1. La inteligencia emocional es algo que esta infravalorado actualmente y que se le debería dar más importancia en todos los aspectos de nuestras vidas. Muy buen blog.

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