martes, 29 de julio de 2014

EL MANDALA COMO RECURSO TERAPEÚTICO

¿Qué es un mandala?

Mandala significa círculo en sánscrito (lengua clásica de la India, lengua indoeuropea más antigua documentada).
Básicamente, un mandala es un círculo que representa el símbolo del cosmos, el ser humano, la vida...



Los mandalas, han sido utilizados desde la antigüedad, si bien, su origen es en la India y se fue propagando a otras culturas.

Tienen diferentes diseños, pero mantienen unas características similares: 

  • Un centro.
  • Puntos cardinales dispuestos con cierta simetría.



¿Qué representan los mandalas a nivel psicológico?

Nos representan a nosotros, a la totalidad del ser.
Cada uno de nosotros responde a ellos instintivamente, más allá de su edad, género, raza, cultura, etc.

Cuando diseñamos, dibujamos o pintamos un mandala de forma consciente, es decir, nos compenetramos en él, equivale a un viaje a nuestro yo interno, permitiendo que empiece a fluir la sabiduría y conocimiento del inconsciente.


¿Cómo nos ayuda pintar un mandala?

Nos ayudan a mejorar la concentración, la atención, la creatividad, nos activa la energía positiva y a mejorar la memoria. Nos permite trabajar los dos hemisferios cerebrales; mientras el hemisferio cerebral izquierdo capta las figuras geométricas, que hay en él, el hemisferio derecho presta atención a los colores que utiliza, que emociones nos hace despertar y nos activará la creatividad.

El ejercicio de pintar un mandala, nos ayudará a superar un momento de angustia a conseguir un orden mental en un momento de caos interno, por ejemplo. 

El uso de colores en los mandalas, está relacionado con el estado de ánimo de la persona que los pinta, dibuja o crea.

Una vez tengamos el mandala acabado, podemos meditar en él, observándolo y notaremos como los pensamientos, se van centrando en sus bellas formas y colores y esto nos ayudará a callar nuestro monólogo negativo interno.


Carl Jung y los mandalas

Carl Jung, médico psiquiatra, suizo, figura clave en la etapa inicial del psicoanálisis y posteriormente fundador de la escuela de Psicología Analítica, utilizó los mandalas en sus terapias.

Empleó la pintura de mandalas como recurso terapéutico para identificar  los desórdenes emocionales en sus pacientes y trabajar en la mejora de su salud mental.

Jung consideraba que el comportamiento del individuo se formaba a partir de dos estructuras básicas de consciencia: La individual y la colectiva. 

La individual, era el resultado de la experiencia vital de la persona y la colectiva, se heredaba del medio más próximo.


Beneficios de pintar un mandala: 
  • Produce cambios que inciden en la regulación del sueño y vigilia.
  • Produce cambios en el humor, en la tolerancia al dolor, en la disminución de angustias y ayuda a restablecer el equilibrio perdido con anterioridad.
  • En momentos previos y posteriores a operaciones, curaciones y otras problemáticas hospitalarias, algunos terapeutas piden a sus pacientes que coloreen mandalas.
Laura Podio, dice: "El estímulo visual del mandala impacta sobre el quiasma óptico, emitiendo mensajes a nivel del  hipotálamo que generan una cascada química de neurotransmisores, beneficiando de esta manera a todos los sistemas: endocrinológico, neurológico, inmunológico y psicológico.
En el taller de autoestima, dedicamos un ejercicio a colorear un mandala el cual, expresaba una frase que les ayudaba a enfocarse más en el trabajo. 

El resultado, muy positivo, algunas personas se compraron unos cuadernos que les recomendé para colorear en estas vacaciones. Otros dijeron que a través del ejercicio habían rememorado su etapa de niños y que seguirían realizando ejercicios en casa.


Y tú ¿te animas a colorear un mándala? Un abrazo.


Cuadernos para colorear mándalas: 






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