martes, 2 de septiembre de 2014

Mensaje desde la Eternidad de Marlo Morgan.

El diciembre pasado, las usuarias del taller de Sants, me dejaron un libro, me dijeron que pertenecía a la Biblioteca del Casal, el libro está un poco deteriorado, sus páginas amarillean, se despegan, data del año 1998.




En principio ahí lo dejé, en la estantería de casa, pero estas vacaciones tuve el placer de leerlo, su contenido me cautivó, me recordó lo que ya sabía: Somos seres espirituales, y no podremos vivir con plenitud si centramos nuestra vida en el éxito material en el tener y no en el ser.

El libro narra la relación entre los aborígenes Australianos y los Ingleses, que invadieron el continente para convertir al catolicismo a los aborígenes  y  "civilizarlos", puesto que según éstos, les haría ser más libres y más felices. 

Este libro, se centra en la vida de dos aborígenes Beatrice y Geoff, gemelos que fueron arrebatados de su madre a las 48 horas de su nacimiento y trata de la vida que les depara a cada uno ( puesto que fueron separados) y de como consiguen sobrevivir. 

A través del conocimiento de sus raíces y de sus orígenes, el destino los volverá a unir y Beatrice sin saber que es su hermano, le explicará a Geoff el Mensaje desde la Eternidad, decálogo elaborado por ella, según lo aprendido en el desierto con la tribu de los "auténticos" , de lo que sí ha de hacer cualquier persona a lo largo de su vida y que le permitirá ser feliz, íntegra, conectar con la madre tierra y con el resto de seres del planeta.

Decálogo de lo que sí ha de hacer una persona a lo largo de su vida:

1/Expresa tu creatividad
La creatividad ha de ser una fuerza positiva y como tal ha sido creada, cada uno de nosotros posee el don del libre albedrío y, por tanto, podemos utilizarla para nuestro crecimiento y expansión o para que resulte negativo hacia nosotros mismos y para el resto de personas...

2/Sé consciente de tu responsabilidad
Tenemos que hacernos responsables de cuanto decimos y hacemos. Tenemos que aprender a honrar y atesorar la vida y de ayudar a conservarla...

3/Antes de nacer, te comprometiste a ayudar a los demás
Servir a los demás significa ayudar, compartir conocimientos y aportar energía positiva a la vida de otras personas.
Todas las personas tenemos derecho a ser tratadas con dignidad desde que nacen...

4/Persigue tu madurez emocional
Las relaciones y las vicisitudes que tienen lugar a lo largo de una vida son círculos. Si maduramos emocionalmente, no tendremos ninguna dificultad en cerrar cada círculo sin dejar rencores o sentimientos negativos hacia la relación o situación...

5/Has de entretener
Entretenerse a uno mismo de forma positiva y responsable, puede ayudarnos a alcanzar la autodisciplina y a madurar desde el punto de vista emocional.

6/Aprende a administrar tu energía
Cada palabra, acción y pensamiento en el que nos concentramos contiene energía. Cada palabra que pronunciamos se libera en forma de vaho y se funde con la atmósfera. Una vez pronunciadas, las palabras  pasan a formar  parte del halo que envuelve el planeta.

7/Recréate en la música
El hecho de escuchar una melodía apacible, acompasada con la pulsación humana, ejerce un influjo profundamente positivo en el sistema nervioso y el estado mental de la persona que la escucha.

8/Lucha por alcanzar la sabiduría
Una persona puede tener una inteligencia excepcionalmente brillante y no poseer nada de sabiduría. La sabiduría consiste en cómo utilizamos los conocimientos adquiridos y con qué objetivo, teniendo en consideración el bienestar de todas las partes implicadas.

9/Aprende a autodisciplinarte
Somos los únicos responsables de procurar que nuestras acciones sean compatibles con la vida pacífica, productiva y feliz del planeta.

10/Observa sin juzgar
Observar sin tratar de juzgar es lo que algunos llaman "amor incondicional"...
Para observar no hace falta perdonar...Damos nuestra bendición a esa forma de pensar que tiene una persona, pero elegimos distanciarnos. No la hemos tachado de incorrecta, irresponsable o egoísta, sino que nos hemos limitado a observar lo que ocurría  a nuestro alrededor y hemos decidido que no queremos tomar parte en eso.

(Decálogo: fragmento tomado de las páginas 196-197-333-334-335-336).
Os ánimo a leerlo, aunque lo que narra la novela no es nada nuevo, recordarlo nos obliga de alguna manera a llevarlo a la práctica.

A las alumnas de Sants, muchas gracias por prestármelo.

Un abrazo



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